Nuestra historia comienza entre cursos y talleres de repostería, donde coincidimos y conectamos por nuestra pasión compartida. Lo que empezó como un hobby haciendo tartas y dulces para amigos y conocidos desde casa se convirtió en un proyecto serio casi por necesidad: literalmente nuestros hogares se llenaban de harina y azúcar. Impulsadas por nuestras familias (y sus indirectas), decidimos dar el salto y montar nuestro propio obrador.

Abrimos en febrero de 2020, justo antes de la pandemia, con la idea de compaginarlo con nuestros trabajos: María, traductora jurado de inglés; y yo, operadora en un centro de procesamiento de datos. Pero el crecimiento del proyecto, sumado a nuestra pasión por la repostería, nos llevó a dejar nuestras profesiones para dedicarnos de lleno a este sueño.

Combinamos lo mejor de nuestras raíces: la repostería tradicional que he vivido desde pequeña, con las influencias europeas que María trae de su tierra en Marbella. Así nació esta mezcla única que define nuestro estilo: cálido, auténtico y lleno de sabor.

Hoy, tras casi seis años, hemos ampliado también a eventos y catering, y seguimos creciendo con la misma ilusión del primer día, ya no tenemos la pasteleria que tuvimos al inicio, tenemos un obrador mucho más grande, ayudandonos a espandirnos mucho más.

En nuestro obrador, cada receta nace del cariño y la dedicación que ponemos en lo que hacemos. Creemos en una repostería auténtica, donde los sabores evocan recuerdos y cada detalle cuenta. Valoramos profundamente la tradición: las recetas de siempre, los procesos artesanales y ese toque casero que no se aprende en libros, sino en la cocina del día a día. Pero también abrazamos la fusión cultural que nos define.

Nuestras raíces y experiencias nos han llevado a mezclar lo clásico con lo internacional, lo familiar con lo inesperado, creando una identidad única que se refleja en cada tarta y en cada servicio de catering. La honestidad, el compromiso con nuestros clientes y el trato cercano son pilares fundamentales. No buscamos solo vender productos, sino formar parte de momentos importantes en la vida de quienes confían en nosotras. Por eso, cuidamos cada detalle, desde la selección de ingredientes hasta la entrega final, como si fuera para nosotras mismas.

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